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Una nueva polémica sacude los cimientos del Festival de Bayreuth

El polémico artista Jonathan Meese, del que han prescindido para abrir la temporada de 2016 con su «Parsifal», dice que en Bayreuth «ya no importa el arte, sino la lucha por el poder»

Una nueva polémica sacude los cimientos del Festival de Bayreuth AFP

EFE

El Festival Richard Wagner de Bayreuth suma su enésimo escándalo, con la salida del provocador director de escena Jonathan Meese, que iba a poner en escena un nuevo «Parsifal», entre acusaciones al tradicionalista certamen que dirige la bisnieta del compositor, Katharina Wagner . «En Bayreuth ya no importa el arte, sino la lucha por mantenerse y por el poder, en un festival que está perdiendo relevancia», afirma Meese en el semanario «Der Spiegel» .

Esta declaración se produce tras la decisión del festival de prescindir de él para el «Parsifal» que abrirá la temporada 2016, alegando los sobrecostes que acarrearía la escenografía prevista por este artista, aficionado a jugar con instalaciones y símbolos nazis. «Son argumentos construidos para precipitar la rescisión del contrato», sostiene, en cambio, el artista, según el cual en Bayreuth impera la «cultura de la obediencia».

En el pasado reciente de Bayreuth hay ya un «Parsifal», el que dirigió Christoph Schlingensief, que se estrenó en 2004 entre abucheos y que generó incluso un litigio entre la dirección del festival y su creador, otro «enfant terrible» de la escena alemana. Las críticas ahora de Meese recuerdan las duras palabras lanzadas la temporada pasada por Frank Castorf, otro director con fama provocador y artífice del «Anillo del Nibelungo» que desató otra tempestad de abucheos en su estreno en 2013.

Katharina toma las riendas

Meese firmó en 2012 el contrato para poner en escena un nuevo «Parsifal» con Katharina Wagner y la otra bisnieta del compositor, Eva Wagner-Pasquier, que hasta ahora desempeñaban la dirección colegiada del festival. Ambas asumieron la dirección de Bayreuth en 2008 de manos de su padre, Wolfgang Wagner, artífice en los 50 de la refundación del festival tras la etapa de sumisión al nazismo .

Katharina tomará sus riendas en solitario en 2015, en una temporada que se abrirá con un «Tristán» dirigido por ella misma y con Christian Thielemann a la batuta. Será su reválida, después de que este año no programara más que reposiciones.

El adiós prematuro de Meese se relaciona en medios alemanes con la predilección de este artista por buscar la controversia con símbolos nazis. Algo que en Bayreuth tiene una especial lectura, dada la relación de Bayreuth con Adolf Hitler , a cuyos pies pusieron el festival los herederos de Wagner. La designación de Meese fue, de por sí, mal acogida por los wagnerianos más tradicionalistas y, al parecer, estas reticencias han acabado haciendo mella en el ánimo de Katharina Wagner.

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