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«No es porque sea mi tío, pero Curro Romero es la perfección»

José Ruiz Muñoz, sobrino nieto de Curro Romero, debuta con picadores este domingo en la Maestranza

«No es porque sea mi tío, pero Curro Romero es la perfección» JUAN FLORES

fernando carrasco

Este domingo hará el paseíllo en la plaza de toros de Sevilla para debutar con picadores. Un reto para cualquier novillero que busca abrirse paso en un mundo tan difícil. Pero lo es más para José Ruiz Muñoz. Porque este gaditano de 18 años que lleva en su fundón una veintena de becerradas «en la que no he tenido que pagar», es sobrino nieto de Francisco Romero López, Curro Romero en los carteles . Su abuela, María Romero, es hermana del Faraón de Camas.

—Imagino que se le habrán pasado muchas cosas por la cabeza desde que le dijeron que torearía en Sevilla.

—He pasado por varias etapas. Primero de una ilusión tremenda por cumplir este sueño; luego, de miedo por todo lo que se me viene encima y ahora, con ganas de que llegue el día. Cuando estás anunciado en una plaza como Sevilla se pasan muchas cosas por la cabeza. Tengo los nervios propios, aunque sé que estoy preparado.

«Cuando me preguntan si me parezco a Curro, siempre digo que vengan a verme torear»

—Su bagaje, desde que toreó su primer becerro en 2010, ha ido a más.

—Yo debuté en 2010 en una becerrada en Chiclana y luego, en 2011, en otra becerrada goyesca que ahí fue cuando mi tío (siempre se refiere a Curro Romero así) me puso en contacto con Gonzalito, que es quien me está llevando al campo y haciéndome vivir experiencias extraordinarias.

—La expectación que se ha creado en torno a su debut el domingo es grande.

—Pues sí, aunque a mí no me han regalado nada. Muchos pueden pensar que, como soy sobrino nieto de Curro Romero, lo he tenido más fácil. Y no es así. Yo he hecho mucha «tapia» y autoestop antes de parar mi primera becerra en un tentadero. Y eso fue después de dos años.

—Podría haber adoptado el apellido de su tío abuelo.

—Podría, pero no quiero que nadie me diga que me aprovecho de este parentesco. Yo me aprovecho de él de sus conocimientos.

—¿Habla mucho de toros con él?

—Le pregunto dudas. Me encantan las charlas después de un tentadero porque de ellas se aprende mucho. Y en el caso de mi tío…

«He hecho mucha tapia y autoestop antes de parar mi primera becerra»

—¿Lo ha visto torear?

—Por desgracia no. Pero me sé de memoria todas las faenas suyas que he visto en vídeo. Y puedo decir que es la personalidad en mayúsculas. No es porque sea mi tío, pero es la perfección toreando, la naturalidad . Nunca se salió de su línea.

—¿Y su toreo se parece?

—Me gusta torear relajado, despacio. Cuando me preguntan si me parezco a él toreando, siempre digo lo mismo: que vengan a verme el domingo.

—¿Y Curro Romero lo ha visto torear a usted en la plaza?

—Una vez en La Algaba, y pegué un petardo...

—Gonzalito, su representante, fue prácticamente la sombra de su tío abuelo.

—Y todo lo que me está enseñando es impagable. También me está ayudando el empresario Jorge Alonso.

—Aparte de Curro Romero, ¿en qué otros toreros se fija?

—En muchos. Juan Mora, Curro Díaz...he visto muchísimos vídeos de Paula y de Antoñete. Todos son personalidad y torería.

—El día en que su tío abuelo se presentó en Sevilla, en 1957, le cortó las dos orejas a un novillo...

—Es difícil que me embistan los dos novillos, pero estoy preparado para lo que salga por chiqueros. Ojalá dentro de diez años digan los aficionados que vieron debutar al sobrino de Romero.

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