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España seduce al dragón rojo

A la entrada de Wanda en el Atlético de Madrid se suman las alianzas de NH Hoteles con HNA y de Fosun con Osborne

España seduce al dragón rojo pablo m. díez

pablo m. díez

Las empresas chinas han puesto sus ojos en España. La entrada esta semana del magnate Wang Jianlin, dueño del potente Grupo Wanda, en el accionariado del Atlético de Madrid es el último desembarco de una firma china en una compañía española, pero no el único de relevancia. Aprovechándose de la crisis, que ha traído auténticos chollos tras hundir los precios en Occidente, las empresas del gigante asiático se han lanzado al exterior, apostando de forma decidida por los países que ya están mostrando signos de recuperación, como España.

Antes de adquirir, gracias a una ampliación de capital, el 20% del «Atleti» por 45 millones de euros, Wang Jianlin compró el pasado mes de junio el emblemático rascacielos del Edificio España, que llevaba un par de años cerrado pese a su inmejorable situación en el centro de Madrid. Por 265 millones de euros, el magnate se lo compró a Banco Santander, que había pagado bastante más por dicho inmueble en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria española. Además de planear la reforma del Edificio España para albergar un hotel, un centro comercial y oficinas, Wang Jianlin ha prometido invertir 3.000 millones de euros en la zona madrileña de Campamento si el Ministerio de Defensa le vende los terrenos liberados de su antiguo cuartel. «Ahora el balón está en posesión del Gobierno español», aseguró durante la firma del acuerdo con el club rojiblanco el empresario chino, que quiere construir en este lugar un gran complejo comercial y viviendas. Un proyecto que serviría para paliar la decepción causada por la retirada del «Eurovegas» del magnate estadounidense Sheldon G. Adelson, y del que Wang Jianlin ya informó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando éste viajó a China a finales de septiembre.

Precisamente, durante dicha visita se firmaron 14 acuerdos comerciales por más de 3.000 millones de euros. Entre ellos destacaba el suscrito por la cadena hotelera española NH y el grupo chino HNA, que ya es su socio mayoritario con un tercio de su accionariado. Profundizando su relación, ambas empresas constituyeron una «joint-venture» (sociedad a partes iguales) para gestionar hoteles de HNA y de otras cadenas en China continental, Hong Kong, Taiwán y Macao. Para empezar, NH se hará cargo de seis establecimientos de HNA en Pekín, Tianjin, Haikou y Sanya, éstos dos últimos en la turística isla tropical de Hainan, donde nació la compañía.

«Hace tiempo que las empresas chinas tenían a España en el radar, pero la incertidumbre sobre la zona euro las tuvo contenidas. Ese acuerdo entre NH y HNA fue el catalizador y ahora las empresas chinas y de otros países están mostrando su confianza en la economía española, como prueban estas operaciones», explica a ABC Empresa Javier Serra, responsable de la Oficina Económica y Comercial en Pekín.

A su juicio, un aspecto positivo de estas inversiones es que «traen bajo el brazo potencialidades de acceso al mercado chino para las empresas en las que toman participación». Es el caso, por ejemplo, de Osborne, que en julio selló una alianza estratégica con Fosun, uno de los mayores grupos industriales y de inversión de China. A cambio de ayudarle a expandirse en el gigantesco mercado de este país gracias a sus contactos y redes de distribución, Osborne amplió su capital para que Fosun entrara en la compañía gaditana con un 20% del accionariado.

Por primera vez en sus 242 años de historia, esta empresa familiar permitía la entrada de un socio extranjero en su accionariado. Una operación trascendental plenamente justificada por el éxito del grupo Fosun, que fue fundado en 1992 por cuatro licenciados universitarios con 4.000 dólares (unos 3.500 euros) y hoy tiene ramificaciones en industrias tan diversas como la minera o la farmacéutica, así como inversiones en el sector inmobiliario, los seguros, la banca y la hostelería. Entre sus principales divisiones industriales destacan las de la farmacéutica Fosun, el grupo siderúrgico de Nankín y la minera Hainan, así como su participación en el Banco Minsheng, en marcas de ropa y joyería como St. John, Folli Follie y en el famoso Club Med de vacaciones.

¿Pero cómo afectarán estas operaciones a las firmas españolas? ¿Perderán su autonomía e identidad por la entrada en su accionariado de socios chinos? A diferencia del «boom» japonés de los años 90, el consejero Javier Serra señala que «las empresas chinas toman porcentajes minoritarios y su interés no es obtener el control, sino acceder a su “know how” (conocimientos y experiencia) para poder aplicarlo luego al mercado chino». Aunque asegura que «estas decisiones son puramente empresariales», reconoce que «el Gobierno chino está dando facilidades crecientes a sus compañías para que salgan fuera, como, por otra parte, hacen casi todos los países».

Junto a esta entrada de firmas chinas en españolas, destacan otras operaciones como la compra por tres millones de euros de una bodega de Ribera del Duero por el empresario Victor Lang. Además, obtuvo así el permiso de residencia en virtud de la denominada Ley de Emprendedores, que persigue captar inversión extranjera. Y, la empresa de certificación y homologación china CCIC, que tiene desde hace años sucursal en Barcelona, donde el banco ICBC ha abierto una segunda oficina tras la de Madrid.

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