El Parlamento vasco acoge al exetarra Casanova en la bancada de Bildu

En septiembre ya recogió la credencial que dejó la exportavoz de Bildu y candidata a lendakari, Laura Mintegi, tras salir de la política. Pero desde este jueves, el ex etarra Iker Casanova tiene el visto bueno definitivo de sus compañeros de bancada, del PNV y del PSE, que no han considerado motivo alguno para su incompatibilidad como representante democrático.

No opinan lo mismo el PP vasco y UPyD, que exigían aplazar la votación mientras el fiscal no aclare si ha cumplido la pena de siete años y medio de inhabilitación especial para desempeñar un cargo público, que le fue impuesta como parte de su condena por pertenencia a Ekin, organización terrorista en la órbita de ETA.

El portavoz de UPyD, Gorka Maneiro, tildó de «absoluta vergüenza» que alguien que salió en 2011 de prisión tras cumplir 11 años entre rejas por su relación con ETA sea miembro de la Cámara vasca. La presidenta de la institución, Bakartxo Tejeria, del PNV, zanjó la polémica recordando que la comisión de incompatibilidades de la Cámara ya dio su plácet a Casanova. Sobre la investigación abierta por el fiscal en torno a Casanova se limitó a decir: «La Fiscalía decidirá lo que tenga que decir».

El Parlamento vasco ha dado su visto bueno definitivo a Iker Casanova como diputado autonómico de EH Bildu, al considerar que no existe incompatibilidad alguna para que ocupe este puesto. La votación sobre este punto se ha realizado pese a que el PP y UPyD habían pedido su aplazamiento hasta que se esclarezca si Casanova, condenado por pertenencia a organización terrorista en 2009, ha cumplido la pena de inhabilitación para desempeñar un cargo público que le impuso el Tribunal Supremo.

Casanova, de 41 años, es miembro del Consejo Político de Sortu.