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Así quiere espantar el Reino Unido a los rumanos y búlgaros en la cola para emigrar

El gobierno británico estudia lanzar una campaña de imagen negativa sobre el mal tiempo en Gran Bretaña y exigir un seguro médico privado para disuadir una posible nueva ola migratoria

Así quiere espantar el Reino Unido a los rumanos y búlgaros en la cola para emigrar reuters

borja bergareche

El 1 de enero de 2014 veinticinco países de la Unión Europea levantarán las barreras que han retrasado siete años la posibilidad de rumanos y búlgaros de disfrutar de la libertad de instalarse en cualquier Estado de la UE. Y el gobierno británico, que ha hecho bandera de reducir a mínimos históricos la migración neta al Reino Unido, está muy nervioso ante la idea de una posible avalancha de ciudadanos de estos dos países. Según ha trascendido en los últimos días, el Ejecutivo que preside el conservador David Cameron ha constituido un grupo de trabajo ministerial específico que baraja, entre varias medidas, lanzar una campaña de imagen negativa sobre Gran Bretaña para disuadir a rumanos y búlgaros tentados de buscar fortuna en las Islas.

«No vengáis, aquí hace mucho frío» o «ya no tendréis subsidios» son algunos de los mensajes que barajan, según dejó caer un responsable del ministerio de Interior, responsable de la cartera de Inmigración. Una campaña de carteles en esta línea «corregiría la impresión de que las calles aquí están cubiertas de oro», dijo un miembro del equipo ministerial que dirige la titular de Interior, Theresa May.

«Hace mucho frío» o «no tendréis subsidios» figuran entre los mensajes barajados

Desde el parlamento, el presidente de la comisión de Interior, Keith Vaz, ha calificado ya la propuesta de glosar así las dificultades económicas y la adversidad climática del país como «absurda». Pero el diario « The Guardian », que se hacía eco de la información este domingo, ha lanzado un concurso de ideas entre sus lectores, que optan claramente por la ironía sobre sus propias miserias en sus propuestas: «Ven aquí y limpia el baño», «Llueve en verano y la vida no es fácil, no vengas, estamos cerrados», «El cielo está gris ocho meses al año, mejor vete a Miami», «No vengas a Gran Bretaña, está lleno... de alcohólicos, amianto, obispos, políticos corruptos, el Daily Mail...», «Gran Bretaña es una trampa pija y racista, Francia es peor, pero allí el alcohol es mejor y más barato», son algunos de los carteles recopilados .

Seguro privado como medida disuasoria

Una campaña de este tipo, de concretarse, chocaría con la intensa promoción de la « marca Gran Bretaña » realizada por el gobierno, aprovechando los Juegos Olímpicos de 2012 y el Jubileo de Diamantes de Isabel II, con la que pretenden atraer cuatro millones de turistas adicionales entre 2012 y 2016. «Es verdad que estamos mirando opciones», aclaraba una fuente de Downing street al rotativo londinense, sin hacer comentarios sobre esta posible iniciativa. En cualquier caso, además de jugar con la imagen pública del país, los expertos reunidos por el gobierno estudian implantar medidas restrictivas, como la deportación de rumanos y búlgaros si no encuentran trabajo en tres meses o la obligación de mostrar medios económicos suficientes para al menos seis meses.

Según recoge el « Daily Mail » este martes, el secretario de Estado de Inmigración, el «tory» Mark Harper, estudia restringir el acceso a la sanidad como una de las principales medidas disuasorias. Según sus planes, el gobierno exigiría un seguro médico privado a ciudadanos de estos dos países que lleguen al Reino Unido como estudiantes o sin intención de buscar trabajo de forma inmediata. «Tenemos un Servicio de Salud Nacional, no un servicio de sanidad internacional», ha dicho Harper. Pero una medida así chocaría con la circular emitida en octubre por el propio Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés), en el que recuerdan a los médicos británicos que deben aceptar a todos los pacientes extranjeros, en aras «a promover los derechos humanos y la salud pública». «La nacionalidad no es relevante», estipula la circular.

El gobierno británico ha encargado un estudio para cuantificar la potencial oleada migratoria el año que viene, pero la ministra May se ha negado hasta ahora, para frustración de la oposición, a revelar los cálculos que manejan. Las cifras oscilan entre la llegada de 70.000 ciudadanos rumanos y búlgaros en cinco años hasta los 425.000 en dos años que predice el diputado Philip Hollobone. La ONG Migration Watch, «preocupada» por la escala de la inmigración en Reino Unido, estima una llegada de 250.000 personas de estos dos países, cuya población suma los 29 millones de personas.

Distintas fuentes cifran la llegada de inmigrantes entre 70.000 y 450.000

Presión política a Cameron

El temor del gobierno es que el fenómeno haga fracasar su objetivo de reducir la inmigración neta en Gran Bretaña por debajo de las 100.000 personas en 2015, uno de los objetivos más políticos de los conservadores en su gobierno de coalición con los liberales. El anuncio de Cameron de un referéndum sobre la UE si gana las elecciones de 2015 ha envalentonado aún más a los sectores más conservadores de su partido, que le presionan también para restringir la emigración al Reino Unido. Las últimas estadísticas oficiales disponibles [puedes consultarlas aquí ] indican que la emigración neta ha pasado de 242.000 personas de marzo de 2010 a marzo de 2011 a 183.000 el año pasado, cuando la cifra de inmigrantes extranjeros fue la menor desde 2004.

El recuerdo de la llegada de cientos de miles de checos y de polacos desde la adhesión a la UE en 2004 agrava la ansiedad del gobierno, pero los expertos recuerdan que aquel año, en el que diez países de Europa Central y Oriental entraron en la UE, solo tres países –incluido el Reino Unido– les abrieron las puertas. El resto, como España, mantuvieron una moratoria hasta 2007. El 1 de enero de 2014 serán los 25 socios comunitarios los que aceptarán la llegada de rumanos y búlgaros, con lo que aquellos que decidan emigrar manejarán muchas más opciones.

Aún así, y a pesar de la aguda recesión que atraviesa el Reino Unido, el incentivo económico a abandonar su propio país para buscar trabajo y mejores condiciones económicas y sociales es evidente. Según los últimos datos de Eurostat, relativos al 1 de diciembre del años pasado, el PIB por habitante en Reino Unido es el 109% de la media de los 27 (el de España alcanza el 98%, Luxemburgo el 271%), mientras que el PIB per capita de Bulgaria es el 46% de la media comunitaria, y 49% el de Rumanía. Eso sí, en Gran Bretaña llueve el doble: 1.220 mm. al año, frente a unas precipitaciones anuales de 606 mm. en Bulgaria y 635 el Rumanía (en España oscilan entre los 400 mm. de las zonas mediterráneas y los 1.000 mm. del Cantábrico).

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